Los seres humanos somos una trinidad: cuerpo, mente y espíritu. Así pues, mente sana en cuerpo sano, pero si existe caos en nuestra mente, se turba el espíritu, nos invade la angustia y la ansiedad, rumiamos una y otra vez los mismos pensamientos y como consecuencia perdemos nuestra paz, se enferma el cuerpo y pierde su capacidad para sanarse.
La salud espiritual es nuestro estado natural y para mantenerla, ya poseemos todo lo que necesitamos, el ser perfecto vive allí en lo más profundo de nuestro ser, para alcanzarlo tenemos a la mano una técnica sencilla, accesible a todos llamada Meditación, pero por ser sencilla no quiere decir que sea tan fácil. Existen muchas prácticas para meditar, una de ellas es concentrarnos en nuestra respiración, calmar nuestra mente, y traerla una y otra vez hacia el objeto sobre el que meditamos.
La meditación te lleva a sentir calma, reforzar tu sistema immunologico, a descubrir tu fuerza, tu belleza; con el tiempo y la práctica algunas personas desarrollan capacidades psíquicas como la intuición, la clarividencia, experiencias extracorporales, viajes astrales y mucho más.
Te invito a meditar.